El 6 de mayo de 1937 se produjo la tragedia del zepelín Hindenburg. El dirigible nazi se incendió en Estados Unidos cuando iba a realizar las maniobras de atraque. Este accidente cambió la percepción del mundo sobre la seguridad de los zepelines y significo el fin de la 'era dorada de los zepelines'. Ahora, casi 90 años después, el sector aeronáutico se ha empeñado en hacerl resurgir los dirigibles.

"Un dirigible con forma de ballena propulsado por el sol volará sin escalas durante 20 días sobre más de 25 países". Este es el titular del periódico británico, Daily Mail, que hace referencia a un dirigible va a dar la vuelta al mundo sin contaminar. Y eso es posible gracias a que está cubierto por 4.800 metros cuadrados de placas solares, que darán energía durante el día. Además, guardarán el excedente para ser empleado cuando no haya sol, gracias a unas pilas de hidrógeno. En resumen, aseguran que darán la vuelta al mundo por el ecuador en solo 20 días. Eso es viajar 40.000 kilómetros sin escalas y sin contaminar absolutamente nada.

Este es el proyecto de dirigible más arriesgado, pero en los últimos meses se han presentado varios proyectos en la misma línea: el Pathfiner 3, el Airlander 10 o el Air Yacht.

Los dirigibles han vuelto a ponerse de moda. Y no es casualidad. La industria de la aviación también sueña con ser verde. Y hoy en día, pensar en aviones eléctricos es un sueño. Por eso, los dirigibles son un buen paso intermedio para viajar sin contaminar. En primer lugar, porque pueden volar durante un largo período de tiempo contaminando muy poco o nada. Segundo, no necesitan de aeropuertos para aterrizar o despegar, por lo que pueden llegar a lugares complicados contaminando menos que un helicóptero. Y tercero, son silenciosos.

¿Cuál es el futuro del dirigible? Un dirigible puede permanecer en el cielo casi de forma indefinida. Y al ser manejado desde tierra con un joystick, siempre está disponible. Por eso, Amazon ha desarrollado una patente para utilizar un dirigible a modo de almacén en el cielo. Lo llenarían de miles de paquetes y lo dejaría suspendido en el aire durante días. Y utilizaría cientos de drones para coger esos paquetes y entregarlos. Un nuevo concepto de paquetería que no es descartable que veamos más pronto que tarde.