El mayor enemigo para la llegada al poder de Alberto Nuñez Feijóo es el propio Feijóo diciendo cosas, lo mejor para evitar a un nefasto presidente y peor individuo es que hable mucho, que exponga lo que piensa, que diga lo que hará cuando llegue al Gobierno. De forma paradójica su única posibilidad de gobernar es que otros hagan, delegar en los sumideros del poder, como pidió Aznar, pero que él se esté quieto, callado, silente, que no moleste demasiado y deje hacer a fiscales, jueces, Guardias Civiles y directores de periódicos.
Alberto Núñez Feijóo considera que 1100 euros es una cifra indiscriminada para vivir. Que la subida del SMI es inaceptable y que cuando llegue al poder, si llega, revertirá todas esas medidas que han hecho de la vida de la clase trabajadora algo menos miserable. 1100 euros. Indiscriminados. Un salario que no permite ni tener una vivienda en Madrid. Un salario con el que con el coste de vida actual te convierte en pobre. Es una buena manera de dejar claro cuál es el programa oculto que Feijóo no se atreve a expresar más que en foros amigos para que aquellos que necesitan de los servicios públicos y voten a este personaje luego no se lleven a engaño.
En su intervención en el Foro de la Empresa Familiar en Castilla y León asomó la patita de lo que le espera a la clase obrera cuando este tipo ocupe La Moncloa. Muchos de los que lo votarán, porque no quieren que las trans tengan derechos, serán los que lo sufrirán, pero cuando eso suceda me reiré en su puta cara porque ya me he cansado de la condescendencia con quien vota contra sus intereses solo para que otros sufran más. Estos días veía en la CNN a una mujer cubana defraudada con Donald Trump porque había deportado a su marido a Cuba, lo cierto es que no me da ninguna pena su drama, no me burlaré de él, pero ninguna pena porque votó a Trump para que deportara a otros, solo que nunca se imaginó que le tocaría a ella. El sadopopulismo funciona de esa manera, buscas que otros, en peores situaciones que la tuya acaben sufriendo dolor y, a veces, ese dolor te acaba llegando. Pues merecido lo tienes.
Una de las medidas que Feijóo planteó en el foro fue la de unir el ministerio de Trabajo y Seguridad Social para perseguir el absentismo laboral. La solo idea da una buena muestra de cómo interpreta los derechos laborales y el ministerio que los encarna, desde el punto de la vista de la empresa y de modo represor. La CEOE volverá al ministerio. No habla de inspecciones laborales, sino de absentismo. Ese es un sueño húmedo de Juan Roig, el dueño de Mercadona, que lleva años con esa obsesión y que ya tiene su títere para llevarlo a cabo. No les quepa duda de que Feijóo será una simple marioneta al servicio de los más poderosos porque lleva toda su vida siendo siervo de ellos.
Alberto Núñez Feijóo tiene el honor de tener una bandera negra en su chaletazo junto a la costa por haber construido un muro que impide el paso el resto de ciudadanos a una playa para poder así convertir el espacio público marítimo en privado por sus cojones morenos. Un tipo que viajaba invitado por el narco Marcial Dorado a Ibiza y se paseaba en sus barcos considera indiscriminado que se haya subido el salario de la gente con menos recurso hasta los 1.100 euros, esa miseria para los currelas no, pero él, cuando cobraba 10.000 euros al mes como máximo mandatario del PP consideró que le hacía falta otro sueldo para poder ganar 14.000 euros al mes y poder seguir un tren de vida que jamás podría haber conseguido buscándose la vida en el sector privado. Pero no es solo un problema de clase al que nos enfrentamos, sino de mérito y capacidad.
Alberto Núñez Feijóo es un incapaz pusilánime con miedo a enfrentarse a los que de verdad tienen el poder y con más miedo aún a imponer sus posiciones en cuanto la disputa está igualada. No se atrevió a dar el paso para liderar el partido hasta que le hicieron el trabajo sucio y se cargaron a Pablo Casado por denunciar la corrupción de Isabel Díaz Ayuso. Ese favor debido a los barones y lideresas le impide ejercer el poder por miedo a que le hagan lo mismo, no se atreve a disgustar a Ayuso y Miguel Ángel Rodriguez porque es consciente de que pueden cargárselo de la misma manera que hicieron con Casado usando a la prensa de Madrid, pero ni siquiera se atreve a ejercer su poder contra Carlos Mazón aunque le esté desangrando ni a llevar la contraria a José María Aznar después de que este insinuara que las elecciones en España pueden ser amañadas. La característica principal de Alberto Núñez Feijóo es la de ser un privilegiado con miedo a perder su posición de nuevo rico y ejercer como un siervo del poder sin escrúpulos. Feijóo jamás habría llegado donde está sin arrimarse a poderosos, sin aprovecharse de utilizar las malas artes de los mafiosos que tiene en su partido, sin juntarse con lo peor y más nocivo de nuestra sociedad y sin mover un solo dedo hasta que lo demás se lo dan hecho. Es por eso que cuando abre la boca y toma la iniciativa asoma su verdadero ser y consigue generar un rechazo que hace evidente que por su mérito no habría sido más que el correveidile de un narco.