Este lunes, soldados iraníes abordaron un buque comercial vinculado a Israel en el Estrecho de Ormuz. El incidente, que vio a los soldados iraníes obligar a la tripulación a dirigirse hacia Irán bajo el pretexto de violaciones marítimas, ha desatado temores entre las petroleras y comerciantes que tienen miedo a que esto se repita o que se bloquee el cierre del estrecho.

El Estrecho de Ormuz, controlado en gran medida por Irán, es esencial para el suministro global de petróleo y gas, con más de 21 millones de barriles diarios que cruzan por sus aguas angostas. Países productores como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irán e Irak dependen en gran medida de este estrecho para llevar sus productos al mercado mundial.

España, entre otros países, se encuentra entre los que reciben una parte significativa de su suministro de petróleo y gas a través de este paso marítimo crucial. En 2023, casi el 12% del crudo consumido en España pasó por el estrecho de Ormuz, así como el 4% de gas. Cualquier interrupción en el flujo de petróleo y gas a través del Estrecho de Ormuz tendría consecuencias económicas graves, ya que afectaría la oferta global de petróleo, aumentando los precios del crudo y, por ende, el costo de la gasolina y otros productos derivados del petróleo.

Oleoductos, ¿una alternativa?

La construcción de oleoductos, una enorme tubería que cruce los países productores a otros puertos atravesando varios países, requeriría la cooperación y estabilidad entre múltiples países. Sin embargo, esta perspectiva es complicada debido a la necesidad de confiar en los países por los que cruce el oleoducto, lo cual no es común en áreas donde algunos países están en guerra o donde existe un alto riesgo de ataques.

Actualmente, existen oleoductos dentro de un mismo país, que conectan de un extremo a otro sin la capacidad de transporte que ofrece el mar.

El estrecho de Ormuz ¿será bloqueado?

Hasta la fecha, el estrecho de Ormuz no ha experimentado ningún bloqueo significativo. Este paso marítimo es crucial para el comercio de petróleo, y cualquier bloqueo tendría consecuencias negativas tanto para los vendedores como para los compradores.

Aunque se han registrado escaramuzas y enfrentamientos, principalmente entre Irán, que controla en gran medida el estrecho, y Estados Unidos, que tiene una presencia naval allí para proteger la zona, estos conflictos no han escalado a gran escala.