En un esfuerzo por controlar el relato internacional, la embajadora de Israel en el Reino Unido ha declarado queno existe una crisis humanitaria en Gaza y que Israel está priorizando la seguridad de sus ciudadanos. Estas afirmaciones se producen mientras Israel retira a sus embajadores de varios países y veta exportaciones a naciones que no respaldan su causa.
Esta estrategia de Israel está dirigida a los países que no se posicionan claramente a favor de Tel Aviv, muchos de los cuales apoyan la causa palestina. Turquía se encuentra entre los últimos en ser objeto de esta presión, con Israel retirando a su personal diplomático en Ankara y Estambul, además de solicitar que los ciudadanos israelíes abandonen el país. Esto ocurre después de que Turquía ofreciera mediar en el conflicto y su ministro de Exteriores visitara Líbano.
Israel está aplicando una estrategia similar en otros países árabes como Egipto, Jordania y Marruecos, retirando a su personal de las embajadas en respuesta a manifestaciones que apoyan la causa palestina y critican los ataques israelíes contra civiles. Esta medida se ha extendido a otras 20 sedes diplomáticas en todo el mundo, que han sido cerradas total o parcialmente, aunque se espera que sea temporal.
Israel también ha señalado a países como España por lo que considera una postura "inmoral". Además, ha protestado ante El Vaticano por las palabras del Papa Francisco y ha criticado al presidente de Colombia, Petro, por apoyar a Palestina, lo que resultó en el bloqueo de las exportaciones de defensa a Colombia. México también ha sido objeto de señalamiento por mantener una posición neutral en el conflicto.
Estas acciones de Israel revelan una creciente presión diplomática en respuesta a la guerra con Hamás y a la búsqueda de apoyo internacional para su posición en el conflicto, lo que está generando tensiones en la arena diplomática y política en todo el mundo.
El estado 51 de EEUU
Trump propone la anexión de Canadá en broma... pero la tensión histórica persiste
Sí pero... Aunque Trump lo dijo en tono de broma, la propuesta toca un tema delicado para Canadá, donde las tensiones históricas y el rechazo a la anexión siguen siendo fuertes, reflejando un malestar que va más allá de una simple anécdota.