En un esfuerzo por controlar el relato internacional, la embajadora de Israel en el Reino Unido ha declarado queno existe una crisis humanitaria en Gaza y que Israel está priorizando la seguridad de sus ciudadanos. Estas afirmaciones se producen mientras Israel retira a sus embajadores de varios países y veta exportaciones a naciones que no respaldan su causa.

Esta estrategia de Israel está dirigida a los países que no se posicionan claramente a favor de Tel Aviv, muchos de los cuales apoyan la causa palestina. Turquía se encuentra entre los últimos en ser objeto de esta presión, con Israel retirando a su personal diplomático en Ankara y Estambul, además de solicitar que los ciudadanos israelíes abandonen el país. Esto ocurre después de que Turquía ofreciera mediar en el conflicto y su ministro de Exteriores visitara Líbano.

Israel está aplicando una estrategia similar en otros países árabes como Egipto, Jordania y Marruecos, retirando a su personal de las embajadas en respuesta a manifestaciones que apoyan la causa palestina y critican los ataques israelíes contra civiles. Esta medida se ha extendido a otras 20 sedes diplomáticas en todo el mundo, que han sido cerradas total o parcialmente, aunque se espera que sea temporal.

Israel también ha señalado a países como España por lo que considera una postura "inmoral". Además, ha protestado ante El Vaticano por las palabras del Papa Francisco y ha criticado al presidente de Colombia, Petro, por apoyar a Palestina, lo que resultó en el bloqueo de las exportaciones de defensa a Colombia. México también ha sido objeto de señalamiento por mantener una posición neutral en el conflicto.

Estas acciones de Israel revelan una creciente presión diplomática en respuesta a la guerra con Hamás y a la búsqueda de apoyo internacional para su posición en el conflicto, lo que está generando tensiones en la arena diplomática y política en todo el mundo.