El negacionismo climático de la Junta de Castilla y León persiste. Su vicepresidente, Juan García-Gallardo, ha tenido este martes la oportunidad de aclarar que el CO2 sí es un gas contaminante, tras cuestionarlo la víspera en un encuentro con estudiantes. Sin embargo, la extrema derecha no se baja del carro y el político de Vox ha preferido atacar en lugar de reconocer su error.

Así, si el lunes llamó a preguntarse "si el CO2 es o no un gas contaminante", este martes se ha pronunciado así: "Mientras ustedes cargan de impuestos verdes a las empresas de Castilla y León nosotros lo bajamos todo lo que podemos. Atraer inversión a Castilla y León no es fácil, no le voy a engañar. No es fácil porque su fanatismo climático es enemigo del desarrollo económico en esta tierra".

El vicepresidente de la extrema derecha mantiene por lo tanto su negacionismo climático, pero tiene un jefe, el 'popular' Alfonso Fernández Mañueco, presidente de los castellanoleoneses. Él también ha tenido la oportunidad de aclarar su posición política sobre el calentamiento global y desautorizar a su segundo, pero tampoco lo ha hecho.

En su lugar, el político del PP ha preferido poner en valor que su región tiene "el 20% de toda la masa forestal de España", defendiendo que "ha habido un gran incremento" y que "es un gran sumidero de CO2.

Decía Ramón Tamames, candidato a la moción de censura, que el 80% de los afiliados de Vox estaba a favor de luchar contra el cambio climático y que el único problema era que los dirigentes de la extrema derecha aún no se habían enterado de que ese es el gran reto de la humanidad. Después de escuchar a Gallardo y a Mañueco, no obstante, la única duda es si ese negacionismo no se ha acabado contagiando al PP.