A lo largo de su reinado, Isabel II ha dado auténticas 'masterclass' de lo que se conoce como 'soft power', que utiliza la cultura para conquistar al pueblo, todo un ejemplo de marketing político que intentamos desgranar en el vídeo que acompaña a estas líneas.

Su categoría de emblema ha ido haciéndose más grande adhiriéndose a otros emblemas, como pueden ser James Bond o Los Simpson. También suma el nivel de los actos que se otorga a momentos como el de la Orden de la Jarretera, algo muy distinto a cómo lo hacemos en España con el Toisón de Oro.

Allí, esa ostentación da muy buen resultado entre los ciudadanos, que dan muy buena nota a su corona. Las monarquías necesitan de la afectividad de su pueblo, algo que se hace conviviendo con los súbditos. El peor momento de Isabel II llegó con la muerte de Lady Di, donde los ciudadanos se preguntaban dónde estaba el corazón de su reina.