La Franja de Gaza se encuentra sumida en el caos y la desesperación mientras Israel intensifica sus ataques, aprovechando la atención mundial centrada en la escalada de tensiones con Irán. En medio de este panorama, un millón y medio de gazatíes se ven atrapados en la ciudad de Rafah, al sur de la franja, lamentando la pérdida de cientos de vidas debido a los recientes ataques.

La posibilidad de un alto el fuego se ve cada vez más remota debido a la escalada militar con Irán, lo que aumenta las sospechas sobre los verdaderos objetivos de Israel en la franja. Se rumorea que podría lanzar una ofensiva militar terrestre sobre la única ciudad aún no penetrada por las tropas israelíes, con movimientos del ejército que sugieren una entrada inminente, posiblemente pactada con Estados Unidos, a cambio de una respuesta moderada contra Irán.

Mientras tanto, resurgen los asentamientos judíos en Jerusalén Este, una acción que no se veía desde hace décadas y que ahora se acelera a una velocidad sin precedentes. El gobierno israelí, a través del Ministerio de Justicia, ha dejado de lado el disimulo y ahora financia directamente la construcción dentro de los barrios palestinos, desafiando abiertamente las presiones internacionales.