Alberto Núñez Feijóo ha confesado que tiene un problema: el inglés. Como tantos españoles. Dijo el líder del PP: "Tenía profesor para aprender inglés el lunes pasado y van y me ponen elecciones". Vaya, justo cuando iba a empezar...

Pero en laSexta Clave aprovechamos esa frase para ver datos: porque en España sólo habla inglés bien el 15% de la población. Y entre los mayores de 60 (Feijóo tiene 61) sólo el 4% se maneja con fluidez.

En comparación con el resto Europa estamos mal situados. Nos colocamos en el puesto 25 de entre los 35 países con mejor inglés. Países Bajos lleva ya tres años siendo el país donde más gente lo habla con fluidez. Un ejemplo.

Es cierto que España está mejorando. Ya el 19% de los menores de 20 años lo habla bien y el 96% lo entiende a la perfección. Es un gran avance. Por cierto, que Feijóo quitó importancia a no saber inglés si tenía que reunirse con otros líderes: "No pasa nada. Hay traductores", dijo. Cierto. Pero resulta que los líderes europeos manejan el inglés a la perfección.

Un ejemplo de ellos fue la Cumbre Europea en la República Checa, en octubre de 2022. Acudieron 44 líderes y casi ninguno de ellos llevó un pinganillo con traducción simultánea. Entre ellos, los grandes líderes europeos: el francés Emmanuel Macron, el alemán Olaf Scholz, la italiana Giorgia Meloni, el portugués Antonio Costa o la líder de la Comisión Europea, Von der Leyen. Todos dominan el inglés.

Lo mismo ocurre con nuestro presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Usó el inglés cuando se reunió hace unos días con con el presidente norteamericano Joe Biden hace en la Casa Blanca. El inglés de Sánchez fue, sobre todo, importante en las negociaciones para lograr la excepción ibérica.

Recordemos que entonces Sánchez se levantó de la mesa, porque el inglés en los corrillos es fundamental. El presidente se dirigió de tú a tú con el resto de líderes y eso te da un plus.

El inglés es imprescindible para todos, nuestro país tiene que mejorar, no podemos permitirnos no hablarlo, no podemos permitirnos reírnos de alguien porque no lo hable, pero tampoco defender con orgullo que no lo dominemos. Ir a clases está bien. Pero hay que ir.