España es un país cada vez más polarizado. El 15% de los españoles se ubica en posiciones extremas cuando se les pregunta por su ideología, tres veces más que hace 30 años. Somos unos de los países donde más ha crecido la polarización en los últimos años, concretamente desde 2011.

El CIS nos permite comprobarlo a través de sus encuestas desde el año 2000, donde vemos que los porcentajes de votantes de izquierdas y de derechas que aseguran que nunca votarían a PP o PSOE crecen, y mucho. El origen de la polarización que vivimos hoy en España está en los años 30 del siglo pasado. Hay varios momentos de nuestra historia reciente donde se recrudece la polarización.

En el año 2008, la crisis económica aumenta las diferencias económicas y laborales en España; en 2015, vivimos el año con más elecciones de la historia, con cinco, así como la irrupción de Podemos y Ciudadanos en la política. Por último, entre 2017 y 2019 se viven los años clave del 'procés', siendo la cuestión territorial un factor polarizador que, además, coincide con la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa a través de la moción de censura contra Mariano Rajoy.

La época en la que se ha vivido una menor polarización se sitúa entre los años 2000 y 2011, como consecuencia de las mayorías absolutas del PP. Las redes sociales actúan como un altavoz para propagar unas determinadas ideas con inmediatez y facilidad, pero no son causantes de esa polarización. Sin embargo, hay otros elementos que sí influyen claramente, como la inmigración y la política fiscal.

Además, hay que tener en cuenta la entrada de partidos extremistas como Vox, que resucitan temas que ya se creían consensuados, como el feminismo. De ellos nace una ola contrareaccionaria que se traduce en una polarización aún mayor.