El conflicto entre Israel y Palestina es uno de los más duraderos y sangrientos de Medio Oriente. Su origen viene incluso antes de la fundación del Estado israelí en 1948. Y sus causas son históricas, religiosas y territoriales. Por eso, para entender la situación que se está viviendo en los últimos días, laSexta Clave repasa la historia de Israel.

Para ello, hay que remontarse al final de la Primera Guerra Mundial. Tras la derrota del Imperio Otomano, Reino Unido tomó el control de Palestina. En ese momento, la región estaba habitada por una minoría judía y una mayoría árabe. Pero en la Declaración Balfour (1917), Reino Unido había prometido a Israel, que aún no existía como país, el mismo territorio que a los árabes oprimidos por el Imperio Otomano (los palestinos).

Entre los años 1920 y 1940, la población semita en el país palestino aumentó considerablemente. Muchos judíos eligieron asentarse en esa zona para huir de la persecución en Europa y, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, otros muchos escogieron ese mismo destino para iniciar su nueva vida después del Holocausto. En paralelo, debido al antisemitismo que sufrían los judíos en el continente europeo, comienza a tener relevancia el sionismo, un movimiento político que buscaba establecer un Estado para el pueblo judío, es decir, el territorio prometido.

En 1947, gracias al voto de la mayoría de países de las Naciones Unidas (ONU), se aprobó el Plan de Partición de Palestina, que consistía en dividir Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, con Jerusalén convertida en una ciudad internacional. Sin embargo, nunca llegó a ser implementado porque ninguna de las dos partes aceptó la partición. Y tanto judíos como árabes reclamaron el control de la totalidad del territorio. Los colonos judíos comenzaron a ocupar territorios asignados por la ONU al Estado árabe y, apenas un año después, los británicos abandonaron la zona, y los líderes judíos aprovecharon para declarar la creación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948.

Apenas un día después, Egipto, Siria, Jordania e Irak invadieron este territorio, dando comienzo a lo que sería el primer episodio de la guerra árabe-israelí. Este primer enfrentamiento acabó con 750.000 palestinos abandonando el país, un hito bautizado por ellos como la 'Nakba' (la catástrofe). E Israel pasó a ocupar el 77% del territorio, incluido el oeste de Jerusalén. Bajo dominio egipcio quedó la Franja de Gaza y bajo dominio jordano, Cisjordania (incluido Jerusalén Este).

En el armisticio firmado en 1949, se estableció que la frontera israelí estaría en los territorios árabes de Cisjordania y Gaza. Sin embargo, en junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días, Israel, se anexionó la Franja de Gaza, la península del Sinaí (que terminó devolviendo a Egipto tras una negociación de paz), Cisjordania a Jordania; y los Altos del Golán a Siria. Otros 500.000 palestinos tuvieron que huir de esa región. Y en noviembre de ese mismo año, la ONU exigió a Israel que se retirara de esos territorios ocupados.

Otro conflicto árabe-israelí fue la guerra de Yom Kipur en 1973, que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel. Y le permitió al país egipcio recuperar el Sinaí, pero no Gaza. Egipto se convirtió en el primer país árabe en firmar un acuerdo de paz con Israel (Acuerdos de Camp David, 1979) con el que Israel devolvió al país árabe el Sinaí.

Mientras que la ocupación israelí de Cisjordania se mantuvo hasta la firma en 1993 de los Acuerdos de Oslo, bajo patrocinio de Estados Unidos. Con este acuerdo, la Organización de Liberación de Palestina (OLP) de Yaser Arafat, que surgió en 1964, abandonó la violencia y reconoció el derecho a existir de Israel, dando paso a la creación de la Autoridad Nacional Palestina. Pero Hamás, formado en Gaza en 1987, no aceptó esas propuestas y mantuvo las hostilidades. Israel abandonó la Franja de Gaza en 2005, pero actualmente ejerce un bloqueo marítimo en el Mediterráneo y controla la mayoría de sus pasos fronterizos terrestres. Además, durante estos últimos años ha violado en repetidas ocasiones el derecho internacional al ocupar buena parte de Cisjordania y Jerusalén.