Las tensiones internas no han desaparecido en Rusia. Este jueves, una agencia rusa cercana al Kremlin ha querido que el mundo entero sepa cómo era lamansiónque el jefe del Grupo Wagner, enfrentado a Vladimir Putin, tenía en San Petersburgo. Se trata del palacio de Yeuyeni Prigozhin, quien lideró el intento de motín contra Putin. Por fuera, a parte de muchos metros, tiene un helicóptero aparcado en la mismísima puerta. Por dentro, todo lo que el imaginario colectivo relaciona con un capo de una mafia. En este caso la mafia rusa: mucho mármol, lujo, animales disecados. No pueden faltar los lingotes de oro, las armas por todas partes y montones de dinero en efectivo.
Dentro de la casa han encontrado también un armario lleno de pelucas y barbas postizas. Resulta que Prigozhin se disfrazaba cuando viajaba, así que habría un Prigozhin para cada destino donde opera el grupo Wagner. Son regiones del mundo donde roban, apoyan a dictadores y cometen crímenes de guerra.
En Mozambique, Prigozhin luce tupé. En este país, rico en gas y de mayoría musulmana, Wagner intentó instalarse hasta que se retiraron en 2019. Fue después de que el Estado Islámico matara a siete de los soldados de Prigozhin.
Su lado más guerrillero, con los ojos muy abiertos detrás de las gafas, es el que iba a Sudán, cuando se dejaba ver en Jartúm. En la capital negoció con oro y trató, sin éxito, de mantener en el poder al líder autoritario del país, Hassan al Bashir, que estuvo al frente hasta 2019.
Para ir Libia, Prigozhin prefería viajar con gorra, peluca de pelo liso pelirroja y nada de barba. Allí, Wagner apoyó un fallido asalto a la capital. En el país siguen desplegados sus mercenarios, cerca de los campos de petróleo.
Sin peluca ni gorra, pero otra vez con barba postiza y gafas grandes, se iba a Burkina Faso. Allí a los paramilitares se le relaciona con un golpe de Estado que llevó al poder al militar Ibrahim Traoré. Para la República Democrática del Congo, gorra militar y barba a juego. Los contratos que recibió Wagner ahí estuvieron relacionados con intervenciones militares.
Y, para concluir, se disfrazaba también cuando iba a Siria. Para esta ocasión se ponía la barba más larga y se cubría con unas grandes gafas de sol. Desde 2015, el grupo liderado por Prigozhin ha apoyado al presidente Bashar al Asad en Siria y se ha apoderado de los campos de petróleo y gas.
Recordemos que todas estas fotos las ha distribuido hoy una agencia de noticias rusa cercana al Kremlin. Estos son, según esa información, los disfraces del líder de Wagner cuando viajaba a robar y a cometer crímenes de guerra. ¿Os imagináis qué hubiera querido Prigozhin que viéramos de Putin si Wagner hubiera ganado y Putin hubiera sido el derrotado?
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