"El último dolor de cabeza fiscal de Irlanda: qué hacer con 10.000 millones de euros". Es el titular que se ha publicado en el 'New York Times'. Y que hace referencia al gran superávit presupuestario, gracias al auge de los ingresos fiscales de las empresas multinacionales, con el que cuenta la República de Irlanda. Se trata de un 'problema' de ricos que parece no tener solución porque el Gobierno irlandés no sabe qué hacer con todo este montón de dinero

¿Qué opciones maneja Irlanda para gastar el dinero? Realmente, el plan que tiene es que no hay ningún plan. En una encuesta realizada en el diario irlandés, 'Irish Time', preguntaron a los irlandeses en qué debían emplear el superávit. El 40% de la población respondió que se debía destinar a la mejorar del transporte, la vivienda y la construcción de hospitales. El 25% piensa que se debe destinar a la educación y a la sanidad. El 9% quieren una rebaja de impuestos. Y el 5% quiere usar ese dinero para pagar la deuda pública del país. Conclusión, cada uno pide una cosa. Y el gobierno no se atreve a dar el paso por miedo a que este superávit sea algo temporal.

¿Cómo es posible que un país de cinco millones de personas tenga ese beneficio? La respuesta está en las grandes empresas norteamericanas. Estas han elegido Irlanda porque tiene un impuesto de sociedades más bajo que en el resto de Europa. Google, Meta, LinkedIn, PayPal, Amazon, Twitter o Pfizzer son sólo algunos de los grandes ejemplos. Y todas estas empresas envían dinero a través de Irlanda para reducir sus facturas de impuestos globales.

Hay 600 empresas de Estados Unidos operando en Irlanda. Solo ellas han pagado un tercio de todo el impuesto de sociedades que recaudó la República de Irlanda en 2022. Además, dan trabajo al 15% de los trabajadores del país. No obstante, para seguir atrayendo empresas extranjeras, el Gobierno de Dublín debe solucionar su problema con la vivienda. Porque hay pocos hogares y son muy caras. Esto está provocando que haya frenando la llegada de más empresas norteamericanas. Por eso, muchos jóvenes piden que se inviertan estos 10.000 millones en vivienda. Pero resulta que los que van a tomar las decisiones son políticos cercanos a la jubilación, y que apuestan por guardar ese dinero para incrementar las pensiones. Aunque también hay un tercer planteamiento que buscaría invertir en grandes infraestructuras: Por ejemplo Dublín no tiene metro. Pero construir uno llevaría diez años. Y tienen miedo de dejar la obra a medio hacer.

Todo hace indicar que este boom económico va a acabar dentro de unos pocos años porque ya hay una directiva europea que busca que ese impuesto de sociedades se unifique y no pueda ser menor al 15%. Y en el momento en el que esta medida entre en vigor, la economía irlandesa se va resentir y mucho.