Este lunes se conoció que en el mes de septiembre se detuvo a dos agentes del CNI por filtrar información. Un hecho que evoca numerosas preguntas, como cómo se ha podido sacar esa información o si es que no cuentan con medidas de seguridad para evitarlo.

Rubén Regalado, periodista de laSexta, ha sido uno de los pocos privilegiados que han podido acceder al interior de las oficinas del CNI, oficinas que guardan un secretismo absoluto que va desde el propio edificio hasta al contenido de secretos oficiales que llevan décadas archivados. De hecho, ni siquiera conocemos lo que revelaron otros agentes históricos pillados.

Lo cierto es que entre esas paredes el mejor escudo contra las filtraciones es la desconfianza, porque hay precedentes de estos casos. Ejemplo de ello fue el 'agente doble' Roberto Flórez, quien vendió "a cambio de mucho dinero" -dijo el entonces director- documentos secretos a los agentes del espionaje exterior ruso, destinados en su embajada en Madrid entre 2001 y 2004, trabajando desde la sede central y en represalia contra sus jefes. El Supremo, finalmente, fijó una condena de 9 años de prisión para él.

Pero, sin duda, el gran escándalo del espionaje español son 'los papeles de Perote', aquellos que el ex jefe de Operaciones guardó cuando fue destituido en 1991. En sus confesiones narró cómo al recoger su despacho decidió llevarse algunos manuscritos. Los más reveladores eran los que guardaba en un simple archivador común. Y lo hizo para evitar que quedaran al alcance de quienes habían conspirado contra él.