Body cam a examen
Así funcionan las body cams de la policía: qué graban, cuándo y para qué sirven
¿En qué consiste? Las cámaras corporales que llevan los agentes de policía registran las intervenciones en tiempo real, pero solo almacenan las imágenes cuando el agente activa manualmente la grabación al detectar un posible delito, una infracción grave o una amenaza.

Las cámaras corporales, conocidas como 'body cams', son ya una realidad en la Ertzaintza, que ha desplegado cerca de 877 dispositivos y planea llegar a 1.400. Estos dispositivos, colocados en el pecho de los agentes, graban las intervenciones policiales con el objetivo de aportar transparencia y pruebas objetivas en casos de conflicto o delito.
El funcionamiento es sencillo, aunque exige atención: la cámara comienza a grabar desde que se coloca, pero solo guarda las imágenes cuando el agente pulsa un botón, capturando desde un minuto antes de esa acción hasta que se detiene la grabación. Los agentes deben activar la grabación ante indicios de delito penal, infracciones graves o amenazas directas.
Este sistema no solo ha sido recomendado como un instrumento de transparencia, sino que aporta una prueba audiovisual clara en juicios y procedimientos administrativos. Según explican los propios agentes, también tiene un efecto disuasorio: la gente tiende a comportarse mejor cuando sabe que está siendo grabada. Además, garantiza tanto a agentes como a ciudadanos una cierta seguridad, ya que "queda grabado todo", evitando que cualquiera pueda inventar versiones o acusaciones falsas, o que haya abusos sin evidencias.
En cuanto a la privacidad, es uno de los temas que más debate genera. Aunque las cámaras están grabando constantemente, las imágenes solo se almacenan cuando es estrictamente necesario para investigaciones o sanciones, y si no, se eliminan automáticamente a los tres meses.
El sistema no es solo la cámara, sino también un programa y un sistema de almacenamiento diseñado para evitar manipulaciones o difusión indebida. Los agentes deben informar a las personas cuando están siendo grabadas; sin embargo, reconocen que en el fragor de una intervención complicada no siempre es posible avisar y activar la grabación en el momento exacto.
Actualmente, estas cámaras las utilizan la Ertzaintza, algunos cuerpos locales y los Mossos d'Esquadra. En cambio, la Guardia Civil y la Policía Nacional aún no han adoptado este sistema, aunque disponen de cámaras asociadas a las armas taser.