El Banco Central europeo ha subido los tipos de interés 50 puntos básicos y pone así todas sus cartas encima de la mesa y enfría la economía. No se subían los tipos de interés desde la crisis de 2011. De hecho, esta es la mayor subida en 22 años y un gran volantazo de la zona euro a lo que ha sido hasta ahora su política monetaria.

El objetivo principal es frenar una inflación histórica en la Eurozona. Si suben los tipos de interés, sube el precio del dinero, por lo que es más difícil acceder a un crédito o a una hipoteca. Esto deja menos dinero en circulación por lo que el consumo se frena. Por ende, la demanda también se frena y los precios caen.

Aparte de que porque la inflación está desbocada, lo hacen porque el euro está en mínimos históricos con respecto al dólar. Es más, estos días hemos llegado a la paridad, que un euro valga exactamente lo mismo que un dólar.

Un escenario que debilita muchísimo nuestra moneda en el mercado mundial y encarece los productos que Europa compra en dólares. Esto es importante porque gran parte de la energía que importa Europa la compra en dólares. Así que para evitarlo el Banco Central Europeo sube tipos e intenta revalorizar nuestra moneda con respecto al dólar.

Esta situación conlleva beneficiados y perjudicados. Los beneficiados son la gente con ahorros: si suben los tipos de interés el dinero vale más así que el ahorro de los españoles valdrá más.

Los perjudicados son los que tengan una hipoteca a tipo variable, vinculada al Euríbor. Esto son el 80% de las hipotecas españolas. Por ejemplo, en un crédito medio de 150.000 euros la cuota mensual subirá unos 100 euros al mes.