No solo es importante cómo se han ido pronunciando los diferentes 'protagonistas' en la crisis del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, Pablo Casado y Teodoro García Egea, sino también el orden en el que lo han hecho, llegando a beneficiarles o perjudicarles, y los gestos que han acompañado a sus palabras. Para analizar la comunicación no verbal de lo ocurrido, La Roca ha contado con el experto José Luis Martín Ovejero.

El experto en comunicación no verbal y oratoria explica que es muy importante el efecto de la primera impresión, que es la que marco Ayuso al "comenzar a sembrar su historia" en la mente de los ciudadano. Así, el segundo en aparecer, García Egea, tuvo la función de responder a Ayuso, "tratando de no dejarle a ella el monopolio de las palabras". Para que Casado no tuviese el papel más "agresivo", él habló un día después de lo sucedido.

También los primeros segundos de sus intervenciones dijeron mucho. "La primera mirada de Ayuso es una mirada muy desafiante que dice: "Aquí estoy". No vemos culpa, ni miedo ni ningún tipo de arrepentimiento", explica el experto. En cuanto a los primeros segundos de la intervención de García Egea, Martín Ovejero cree que "son una declaración de intenciones al decir 'buenas tardes' achinando los ojos y mostrando enfado". En el caso de Casado, su gestualidad se centró en las manos, "tirándose pequeños tironcitos de la punta de los dedos para tranquilizarse".