Corría el verano de 1976 cuando Niki Lauda sufrió uno de los accidentes más impactantes que se han visto nunca en la Fórmula 1. El austriaco chocaba contra el muro del circuito de Nurburgring (Alemania) el 1 de agosto de ese mismo año e inmediatamente su coche se incendiaba.
Lauda sufrió graves quemaduras en su rostro y cabeza. Sin embargo, las consecuencias podrían haber sido mucho peores de no ser por la ayuda de pilotos como Harald Ertl, que socorrió a su compatriota para salir del vehículo cuando este estaba completamente en llamas.
El coche del propio Ertl fue subastado hace un tiempo por la ridícula cantidad de nueve mil euros. Miquel Liso se hizo con el monoplaza y ha explicado en 'Jugones' cómo lo restauró hasta el punto de que hoy está listo para volver a correr. El mítico coche que también perteneció al campeón del mundo James Hunt. Y volverá a competir en el Gran Premio de Mónaco de Históricos, según su propietario.
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"Lo ha llevado James Hunt, campeón del mundo... Es una parte de la historia de la Fórmula 1 muy auténtica...Una amigo mío compro el coche a través de 'Ebay'... Incluso vino el hijo de James Hunt a comprobar que el coche era de verdad", afirmó Liso.