Antonio Tejado se sumerge durante años en la noche sevillana. En una revista, el sobrino de María del Monte llegó a hablar de un problema con el alcohol y las drogas. El paparazzi Pablo González cuenta al respecto en Equipo de Investigación que Tejado "frecuentaba cualquier local donde hubiese una fiesta, y las fiestas te llevan a el consumo de alcohol o bien de otra sustancia".

"Llegó un momento en el que nos decían que Antonio estaba en un sitio con un 'morao', pero nosotros ya no íbamos a esos sitios, porque él en esos momentos ya había descendido en cierto modo al infierno y la prensa del corazón ya no lo quería", expresa el fotógrafo, a lo que añade que Tejado "se tuvo que reinventar y vender su vida en aspectos más íntimos".

En este sentido, González expresa que el sobrino de María del Monte "tenía que sacar las vísceras". "Era una forma de no tener que trabajar, que era lo que Antonio siempre buscaba. Él estaba desbocado y su tía ya sabía que no podía hacer carrera de él, aunque nunca le soltó de la mano", manifiesta el paparazzi, quien dice que los "problemas económicos" de Tejado "saltaban a la vista".

"En algunas ocasiones, nos ha vendido información sobre su tía, y en otras nos la ha regalado por amistad o compromiso", apunta el fotógrafo, quien afirma que Tejado recibía por esas informaciones una compensación económica: "Por las primeras fotografías en las que salieron María del Monte e Inmaculada Casal, que se hicieron en El Rocío, se le llegó a dar a Antonio Tejado 5.000 euros".