Nos desplazamos a una residencia de personas mayores en el sur de Madrid, en concreto en Valdemoro. Se trata del primer lugar donde salen a la luz casos de vacunados que no estaban entre los cuatro grupos de riesgo prioritarios.

La propia residencia emitió un comunicado en el que admitía que se han detectado "anomalías", ya que se ha vacunado a "varios sacerdotes que asisten espiritualmente en los centros del grupo".

Además, reconocen haber vacunado a "voluntarios que están en contacto con los mayores de forma habitual y a algunos mayores de riesgo, familiares de algunos empleados".

Sin embargo, al llegar al centro, nos dicen que la directora no está y trabajadoras de la residencia aseguran no saber nada sobre las vacunaciones irregulares. "No quiero decir nada", responde otra, quien defiende que solo ha visto que recibiesen la vacuna "compañeros y residentes".