Equipo de Investigación se ha trasladado hasta Tenerife, donde un insecto invasor tiene en jaque a la isla. Ya ha llegado a la localidad turística de Arona y a la Laguna, patrimonio de la humanidad; pero los más afectados son los vecinos de Tacoronte.

Allí el problema es tan grave que el Ayuntamiento ha creado un servicio especial para destruir los muebles devorados por las termitas que llegaron de norteamérica; pero los vecinos también han tenido que contratar a empresas de exterminación privadas.

Las termitas se extienden por la casa utilizando cables y tuberías, lo que obliga a los vecinos a poner cebos para combatirla. Matar a las termitas que devoran sus casas, cuesta a cada vecino 3.000 euros, y ya son más de 120 las viviendas afectadas en toda la zona.

Por eso los vecinos han puesto una denuncia ante Fiscalía. Acusan al Ayuntamiento, el cabildo y el Gobierno canario de no haber hecho lo suficiente para extinguir las termitas.

En un principio piensan que las termitas llegan a Canarias en la madera de los chalets, importada de Estados Unidos. Otra teoría es que la voraz termita entra en la isla escondida en la tierra de una planta importada; pero el resultado es que nadie ha podido determinar quién es el responsable de la plaga.

Sin embargo, el alcalde considera que la situación no es tan grave: "Hemos decidido dar ayudas personales a cada familia para que cada uno de ellos contrate con la empresa que vea conveniente y erradique las termitas de su vivienda", aunque ha reconocido que están "en trámite de asignación" de dichas ayudas.

El problema es que las termitas se multiplican a 10.000 huevos diarios, por lo que prolongar su erradicación puede tener consecuencias devastadoras, aunque no es algo que asuste al edil: "De momento, se tiene muy controlado donde está. Yo estoy convencido de que no va a salir de la isla de Tenerife; creo que sanidad exterior creo que es quien tiene que controlarlo".