El 11 de febrero de 2011, Santiago Calatrava acude a los juzgados de Palma de Mallorca como investigado por su proyecto de la Ópera de Palma. Un encargo que nunca pasó de la maqueta. Tres años después de declarar, sale absuelto. Todo porque, en 2007, el gobierno balear de Jauma Matas, hace "un contrato hecho a medida para que no haya forma humana de que no caiga en Calatrava", según ha explicado a Equipo de Investigación el arquitecto Pedro Torrijos.

El proyecto, según ha continuado Torrijos, consistía en un edificio cerrado "por una cubierta móvil compuesta por 24 hojas que se abrían al cielo". El arquitecto ha afirmado que "por el anteproyecto, por los videos, los render, las maquetas... el gobierno balear paga 1,2 millones", si bien no se llegó a hacer porque, "como casi todos los proyectos fantasmas de Calatrava, conllevan mucho dinero y llega la crisis; y si no hay dinero, no hay manera de hacerlo".

Otro de los diseños que no se llevó a cabo, el más caro, fue un complejo de tres rascacielos de cristal en Valencia. "Con total seguridad, se pagan 2,6 millones de euros. Y es posible, según dicen las informaciones, que se llegaran a pagar 15 en cheques nominativos", ha explicado Torrijos.

Hay más 'proyectos fantasma' de Calatrava, como el Centro de Congresos de Castellón, que iba a ser el edificio más alto de la ciudad. El caso del Palacio de Congresos de Castellón también llega a los tribunales. Calatrava ha cobrado más de 2,5 millones de euros y se le investigaba por irregularidades en su contratación. En este caso, la fiscalía acabó archivando la causa.

En aquel momento se obtuvieron las últimas imágenes del arquitecto y de su mujer, Robertina, en España. Desde 2007, y con numerosas sombras entre los múltiples proyectos que ha llevado a cabo en nuestro país, Santiago Calatrava no ha vuelto a tener ningún encargo aquí. Su prestigio internacional, sin embargo, sigue creciendo.