Durante años, María del Carmen Martínez fue anotando en un diario todas sus vivencias: desde la muerte de su madre hasta la celebración de sus bodas de plata. En este cuaderno apuntaba todos los sucesos, los más duros y los más felices.

En su diario, además, manifestó su preocupación al notar que alguien la espía: "Peligran las obras de arte, la arquitectura, la numismática. Han abierto el armario de mis joyas".

En 2010 confesó ante este cuaderno que su marido estaba enfermo, le habían diagnosticado un cáncer terminal, pero no lo sabía nadie de su familia. Un año después, Vicente Sala falleció y con su testamento comenzaron los problemas.

"Estoy muy dolida porque algunos de mis hijos no cumplen con la voluntad de su padre, cuando fue él el que impulsó todo el patrimonio. Las nenas están raras, me dicen que no vayamos a su casa", señaló, haciendo referencia a la relación con sus hijas.

"2014, mis hijas me echan de su casa. No puedo tolerar lo que pasa en el consejo, no aceptan la acción de oro para mi hijo Vicente", añadió.

La situación siguió complicándose y la viuda de la CAM decidió redactar su propio testamento. En el escrito, que también recogió en du diario, declaró que sus hijas perderían una serie de privilegios si no aceptaban la acción de oro para el primogénito. "Perderán la herencia, el sueldo, el trabajo, el pago de la casa, el coche, el barco...".

Otros momentos destacados

La viuda de la CAM reunió a sus hijas y a su hijo en una junta extraordinaria tres meses antes de ser asesinada. Un encuentro que estuvo cargado de tensión y "gestos violentos", según el hijo y la hermana de María del Carmen. "Fue una junta muy tensa. Presionaban a mi madre y le miraban muy mal, fue todo muy desagradable y con gestos violentos. El hijo del acusado le hizo un gesto de degüello a mi madre", es lo que contó Vicente hijo en el juicio por el asesinato.

Roberto Expósito, armero, explica en este vídeo que los casquillos utilizados en la escena del asesinato no se corresponden con las armas que suelen utilizar los sicarios. Lo que podría descartar que se tratara de un crimen por encargo.