Así justifica un miembro del sector de los pesticidas la venta de un producto sospechoso de provocar enfermedades: "La sospecha nunca nos debe gobernar"

Un equipo del programa viaja a Bruselas, la capital del lobby europeo donde se decide el futuro de nuestro continente. Allí hablan con Nina Holland, representante del Observatorio Europeo de Corporaciones, quien nos cita frente a un edificio donde está "el grupo de lobbies más grande de Bruselas, que representa todas las grandes compañías que producen productos químicos, tiene 150 empleados, y un presupuesto anual de más de 40 millones de euros".

Holland señala que ese dinero se usa, "por ejemplo, para financiar estudios que demuestren que una nueva prohibición de pesticidas costará muchos puestos de trabajo". En Bruselas, los lobbys invierten hasta cantidades millonarias al año para conseguir sus intereses.

Equipo de Investigación también habla con Carlos Palomar, director general de la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas, quien responde a las acusaciones de que financian estudios científicos para demostrar que los pesticidas que venden son seguros: "No se hacen estudios para registrar, sino que se pagan estudios para tratar de demostrar la seguridad", asegura, a lo que añade: "Si los estudios fueran maniobrados para demostrar la seguridad, no se habrían prohibido 800 sustancias y habría aquí 1.000 como hace diez años".

Y a la pregunta de si se prohibiría o se sacaría al mercado un pesticida que puede ser sospechoso de provocar enfermedades hasta que se demostrase si esto es cierto o no, Palomar responde: "La sospecha nunca nos debe gobernar; si hay certeza de que un producto es cancerígeno, no sale al mercado".

En lo referente a cómo se subsanaría el daño que ha provocado un pesticida que se ha comercializado y que se ha demostrado que es peligroso para la salud y que puede estar detrás de ciertos cánceres o enfermedades graves, el director general de Aepla defiende que "es una cuestión de cada empresa y su código, y de la sociedad y los jueces que tomen las decisiones". "Yo creo que seguramente ese producto ha estado dando un servicio muy importante y debemos considerar los dos platos de la balanza, y a partir de ahí pensar en el futuro y pensar nuevas soluciones", manifiesta.