Ocho meses después de la desaparición de Juan Miguel Isla, los micrófonos ocultos en su coche graban a Antonio Caba hablando solo de nuevo: "¡Bueno! Antonio, hasta aquí hemos llegado, amigo mío. Esto está ya listo para sentencia". En ese momento, el corredor se dirige a una cita con Gaspar Rivera, amigo de este, en un pueblo cercano a Manzanares. Allí dejan sus móviles en el coche de Gaspar y, en el vehículo de Caba, se trasladan a Valdepeñas. No saben que los agentes siguen sus pasos, y aminoran la velocidad a la altura de una finca.

Se trata de un paso en falso que aporta a los investigadores la pista definitiva. "Los dos sospechosos se acercan a esa finca en varios momentos como si estuvieran tratando de averiguar si está siendo vigilada, si está siendo controlada, si la Guardia Civil ha estado por ahí". La Unidad Criminalística de la Guardia Civil interviene. Registran un pozo en esa finca. Con la ayuda de una cámara sonda analizan el interior y descubren un cuerpo al fondo. Los buzos de la Guardia Civil rescatan el cadáver del empresario Juan Miguel Isla.