Gloria Martínez es una joven inteligente que 1992 estudia séptimo de piano, pero nunca termina ese curso. Desaparece con 17 años pocas horas después de ingresar en una clínica privada para curar un problema de insomnio en la que solo hay otro paciente, como muestra Equipo de Investigación en un programa de 2017 que laSexta volvió a emitir el viernes pasado.

Los padres de Gloria no entienden nada y piden ayuda por televisión. "La llevamos para que se relajara, por sus problemas de sueño", explicaba su madre.

Equipo de Investigación localiza la clínica de reposo de la que desaparece Gloria Martínez, está en el corazón de la Costa Blanca. Es una fortaleza de más de 12.000 metros cuadrados rodeada de bosque y de un muro de hasta 2,5 metros de altura y cuesta 45.000 pesetas la noche en 1992.

El programa contacta con una enfermera que ha trabajado al otro lado y que abandona la clínica antes del ingreso de Gloria. Rina Castellucci, exenfermera del centro, relata su experiencia: "Fui la primera enfermera que hubo. Nos dijeron que iban a venir estrellas de cine y televisión a relajarse, a descansar, pero no dijeron que fuera una clínica. El día que entré, me pareció preciosa, pero no había herramientas para hacer electrocardiogramas, no había balones de oxígenos, si tenías que hacer una cura de primeros auxilios, no tenías material. No podía resolver nada. Era un engaño, solo dábamos pastillas".

La antigua enfermera no olvida a la doctora Soler, una de las propietarias de la clínica de reposo: la psiquiatra que ordena el ingreso de Gloria Martínez

El abogado de los padres, Antonio Martínez, conserva toda la documentación del caso décadas después y recuerda la declaración de la psiquiatra María Victoria Soler Lapuente. "Dice que Gloria estaba tranquila al llegar a la clínica, que se despidió de sus padres, pero tras marcharse estos empezó a delirar y entonces la doctora le inyectó medicación, pero no le hizo efecto", sostiene.

Como la dosis que se inyectó a la menor no funcionó, le suministró otra más elevada, ordenó que se reprodujera cada seis horas y que estuviera sujeta a la cama.

"Hay dos tipos de neurolépticos que son fármacos para el tratamiento de las psicosis, pero cuando se administran conjuntamente, lo que se llamaba un cóctel lítico, es algo puntual, una bomba que deja al paciente sedado, dormido y perfectamente manejable. Puede estar dormido de dos horas a diez", subraya Sergio Oliveros, psiquiatra.

A media tarde, Gloria Martínez escribe estas líneas en un papel, confusas y desordenadas: "Me da miedo pensar que estoy muriendo y la única luz esté cerca de mí. Dios mío".

Un grafólogo la compara con la caligrafía de los cuadernos de Gloria y es concluyente: escribe bajo los efectos de algún tipo de narcótico.

"Gloria no estaba en condiciones, tenía que ser llevada entre las enfermeras y después volvió a estar atada a la cama", apunta el abogado de sus padres.

En ese estado, cae la noche sobre la clínica cuando Gloria lleva 15 horas en el interior. A su cuidado están dos enfermeras: Cristina y Amparo, encargadas de medicarla cada seis horas.

Según sostiene el abogado, una de las enfermeras asegura que la menor saltó por la ventana y desapareció al saltar la valla, pero "no se encontraron pruebas de que Gloria escapó de la clínica".

¿Pudo saltar Gloria Martínez un muro medicada y casi en plena oscuridad? La Policía registra cada centímetro de la clínica y concluye que la adolescente no está ahí, que desaparece.

Sobre la desaparición, hay diferentes hipótesis: que desapareció de forma voluntaria, que pudo ser raptada por alguien y que nunca salió de la clínica.

¿Pudo morir Gloria Martínez por un exceso de medicación? No hay cadáver, ni una sola prueba que lo confirme. Aunque los padres sospechan ya en la época que no volverán a ver a su hija con vida.

Equipo de Investigación descubre que la psiquiatra que ordena el ingreso de Gloria Martínez sigue ejerciendo, localiza su clínica en el centro de Alicante y espera para hablar con ella. Sin embargo, se niega a responder: "He dicho que no voy a contestar a ninguna pregunta, yo ya dije todo lo que tuve que decir en el juzgado y no digo nada".

La Justicia condena a la doctora a pagar 104.000 euros a los padres. Culpa a su clínica de la pérdida de la menor y de trabajar sin licencia de hospital psiquiátrico. Pero el caso se cierra sin responsables penales y sin que el piano de gloria Martínez vuelva a sonar en la casa familiar.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2017 que laSexta volvió a emitir el pasado sábado.