La investigación de Jalis de la Serna y el equipo de Enviado Especial está llegando a su fin y las conclusiones de lo aprendido no pueden ser más devastadoras: si no ponemos pronto freno al abuso de antibióticos en todo el mundo, las superbacterias pasarán a ser la primera causa de muerte en el mundo. Se estima que en 2040, más de 10 millones de personas habrá fallecido por la resistencia a los antibióticos en todo el planeta.

Sin embargo, la ciencia ha llegado para salvarnos, de nuevo. En un centro de Bangalore, la incubadora biotecnológica más grande de la India, un amplio número de científicos está desarrollando un antibiótico que podrá combatir bacterias contra las que ahora mismo no se puede luchar. "Eso es lo que queremos hacer: tener acceso a las peores bacterias e ir a por ellas lo más pronto posible", cuenta Anand Anandkumar, ingeniero biomédico. "Incluso cuando se trata de bacterias que ya son resistentes", añade Vashanti Ramachandras, microbióloga.

El último antibiótico de amplio espectro, capaz de matar a una amplia gama de bacterias, salió al mercado en los años 60. Ahora, trabajan en algo parecido. "La resistencia a los antibióticos es un grave problema sin soluciones y la India es uno de los países más afectados. Así que dijimos: ¿por qué no crear un nuevo antibiótico? Justo desde aquí. A veces, las mejores armas contra tu enemigo provienen de la zona de guerra", afirma Anandkumar.

Combatirá infecciones urinarias, abdominales y neumonía, según Ramachandras, y estará listo para ser comercializado en 2027 o 2028. Pero por muy milagroso que parezca, lo cierto es que no es nada rentable para las grandes empresas del sector. "Los beneficios de un antibiótico no son grandes, puede que unos 450 millones de euros. El objetivo es usarlo poco porque las bacterias son capaces de adaptarse. Por eso las grandes farmacéuticas han abandonado la investigación sobre las infecciones. De hecho, casi toda nuestra gente viene de AstraZeneca", confirma el ingeniero. "AstraZeneca cerró sus operaciones. Les es más rentable investigar sobre el cáncer o la diabetes".

La financiación para este proyecto procede de dinero público, de la Unión Europea, Liechtenstein, el gobierno de Estados Unidos o el gobierno indio. "Después de la Covid-19 todo el mundo se ha dado cuenta de lo que pueden hacer las pandemias: pueden quitar vidas y sustento. Así que los países han empezado a preguntarse: ¿deberíamos financiar la investigación de antibióticos como financiamos la infraestructura en Defensa? Cuando construyes barcos o aviones no piensas en cuántas veces los vas a usar. Solo quieres guardarlos para que cuando llegue un día malo, el avión esté listo".