Podría pensarse que los políticos son unos privilegiados frente a la Justicia por su condición de aforados y José Bono confirma esta percepción. “La inmensa mayoría de los ciudadanos tiene la idea de que los políticos son unos privilegiados. Yo creo que hay razones para pensar de esa manera que deberíamos modificar con urgencia. Hay un distanciamiento entre la ciudadanía y la clase política muy grande por culpa de la Ley Electoral, que hace que los políticos elegidos los eligen los partidos. El político se debe más al partido que al ciudadano, y eso le aleja de la ciudadanía”.

A un político, por su condición de aforado, le juzga un tribunal diferente que a un ciudadano. ¿Es un derecho al que debería renunciar el político? “A los políticos se les aplica la misma ley y les juzga un juez distinto. El aforamiento existe para que la influencia sobre las opiniones de los políticos pueda estar más blindada en lo que a la libertad se refiere. Tiene una cosa negativa, un aforado no tendría capacidad de recurso en el Tribunal Supremo”.

“Evidentemente somos iguales ante la ley porque la Constitución lo dice, pero luego llegan las desigualdades. Está el que puede pagar una defensa y el que no puede. El que puede pagar una fianza para salir de la cárcel y el que no puede. Al que le toca un juez trastornado y al que le toca un buen juez. Es gravísimo que un juez sea de derechas o de izquierdas, tenga una idea u otra, pueda determinar en un sentido u otro”, reflexiona José Bono.

El expresidente del Congreso opina que la condición de aforado no aporta nada bueno al político. “Desde mi punto de vista no estaría mal que se revisara o se redujera a su condición de diputado”. El PSOE mantiene una posición contraria a la opinión de Bono, pero él se mantiene firme: “Soy socialista pero no pertenezco a una organización castrense donde tenga que decir lo mismo”.

El político socialista presupone mala fe en la relación entre Justicia y políticos: “Es lo común que se denuncie a políticos para hacerles daño, no para buscar justicia”.