'Rober', el jefe infiltrado, se propone conocer mejor a Raúl, su 'profesor' durante la jornada de hoy. El 'mentor' no tiene ni idea de que ante él se encuentra su jefe, que se ha infiltrado bajo esta falsa identidad. Aunque desde el principio la tensión entre ellos es evidente, llega el momento de enterrar el hacha de guerra y conversar.
Raúl, procedente de un municipio de Lugo, lleva ya 7 años en Madrid, y eso que solo tiene 25. "Sabía que Sarria no era mi sitio", dice un tanto apenado. "Yo, sin saber que era gay, me insultaban. Me llamaban maricón y yo no sabía lo que me gustaba". El empleado cuenta que "sigue habiendo un alto índice de suicidios de niños y niñas por ser gays o trans".
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Al igual que Héctor, Raúl se crió con su abuela y es la persona más importante para él. "Es lo mejor que me ha podido dar la vida", asegura muy emocionado. "La relación que tiene Raúl con su abuela me recuerda a la que tengo yo con las mías", comenta el jefe infiltrado a los redactores del programa.
El jefe infiltrado no soporta la "mano dura" con la que le trata su encargado: "¡Qué genio tiene este tío!"
Héctor Pérez se infiltra bajo la falsa identidad de 'Rober' en una tienda de Forno de Lugo ubicada en la madrileña calle de Alcalá. Durante toda la jornada trabaja con Raúl y su recibimiento ya es del todo inesperado.