Sandra Sabatés se desplaza hasta el pico de la mesa para reflexionar sobre los vientres de alquiler después del terremoto que ha provocado el caso de Ana Obregón, que ha servido para "demostrar que es necesario volver a abordar este asunto". Y, es que, se calcula que en nuestro país unas "mil familias recurren cada año a este sistema para tener hijos" y quienes lo hacen defienden por encima de todo su deseo de ser padres o madres.

"Pero ese deseo no autoriza a nadie a vulnerar los derechos de otros ser humanos por mucho que se usen eufemismos", critica la presentadora, que expresa que aunque se sustituya por los términos "gestación subrogada o gestación por sustitución" no deja de ser "una explotación del vientre de las mujeres", muchas de ellas, en estado de necesidad.

Pero llegados a este punto Sandra Sabatés se hace la siguiente pregunta sobre este 'negocio' que mueve unos 15.000 millones de dólares al año en todo el mundo: "¿Por qué la legislación española prohíbe los vientres de alquiler en nuestro país y, a la vez, tenemos una laguna legal que permite el registro de los niños gestados en el extranjero?".

"A estas alturas todos deberíamos entender que hay cosas que no se pueden comprar: el cuerpo de las mujeres y los hijos que tienen. Esto no puede estar en venta", sentencia Sandra Sabatés su reflexión.