La violencia contra la mujer se ejerce en muchos ámbitos, uno de ellos que hasta ahora "ha estado bastante oculto", describe Andrea Ropero, es la violencia obstétrica que sufren algunas mujeres durante el embarazo y el parto. De hecho, la ONU ha instado a las autoridades españolas a tomar medidas como "garantizar que la mujer sea suficientemente informada o a que se requiera su consentimiento para llevar tratamientos invasivos durante la gestación y parto", informa la periodista.

Para ello, y para conocer más datos, entrevista a la enfermera y doctora en ciencias de la salud Desirée Mena, que trabaja para mejorar la atención de las mujeres durante sus partos y postpartos porque, según un estudio, hasta un "38% de las mujeres españolas han sufrido violencia obstétrica".

"En España la tenemos centrada en las verbalizaciones, pero también hay cosas a nivel físico, como realizar episiotomías, que es un corte en el perineo sin ni siquiera avisar", explica la doctora. Incluso también se las llega a "atar de pies y manos o se hace presión en el fondo uterino" durante el parto. Son prácticas que, aunque no estén prohibidas en España, sí están obsoletas y, por eso, en otros países sí están prohibidas.

Esto es otra forma de discriminación hacia la mujer, por lo tanto, sí "es un tipo de violencia machista", aclara Desirée Mena a Andrea Ropero, que le pregunta cómo se puede acabar con este tipo de dinámicas: "Dando autonomía a la mujer, que pueda entregar un plan de parto y que no se la condene ni rechace".