En octubre de 2016, Rita Barberá fue llamada a declarar por la financiación del PP valenciano ante el Tribunal Supremo. Dos días después de testificar ante el juez, fallecía de forma repentina: fue hallada sin vida en la habitación de un hotel madrileño y la autopsia determinó que murió por un fallo multiorgánico, provocado una cirrosis hepática.

Su declive, sin embargo, empezó en 2015, cuando perdió la alcaldía de Valencia tras cinco mayorías absolutas consecutivas y después de haber dejado momentos memorables como primera edil, como su ya famosa expresión "caloret faller". Tras ser vinculada con la Operación Taula, y aunque ella siempre se declaró inocente, fue expulsada del partido: sus antiguos compañeros atribuirían posteriormente su muerte al acoso mediático sufrido en sus últimos años.