Boris Izaguirre se traslada hasta una de las vistas más bellas del Al-Ándalu, Vejer de la Frontera. Allí el presentador charla con Jesús Castro, cuyas raíces están en ese pueblo andaluz. "¿Qué tienes de andalusí, aparte de esos ojos de Abderramán III?", pregunta Boris Izaguirre al actor, que destaca que todo porque son sus raíces: "También supongo que tengo ese compendio de raíces árabes, andaluzas y tengo esa parte de Al-Ándalus".

"Para mí Vejer es eso, es historia y es mi vida también", explica Jesús Castro, que cuenta a Boris Izaguirre los orígenes del lugar: "Fue sobre el año 711, tras la batalla de Guadalete. Los árabes derrotaron a don Rodrigo y estuvieron ocupando esta zona durante cinco siglos y medio". "Se ha quedado, como puedes ver, mucho árabe, porque estuvieron mucho tiempo aquí", destaca el actor, que afirma que, además, "el enclave es estratégico": "Al estar en alto, siempre los vigías tenían esa ventaja de ver al enemigo antes de que el enemigo divisara al propio vigía de aquí".

Por otro lado, Jesús Castro cuenta la bonita historia que une a Vejer de la Frontera con Marruecos: "Trata sobre un emir que se llamaba Sidi Ali Ben Rachid, que se enamoró de una chica de Vejer". "En la Reconquista se tuvieron que ir para Marruecos y él empezó a tener mucho poder en la zona donde estaba en Marruecos", cuenta el actor, que destaca que la mujer del emir echaba mucho de menos Vejer por lo que para complacerla "este emir le recreó, entre comillas, Chaouen, como el gemelo de Vejer, pero con la diferencia que las casas son azules y no blancas".