Borja, de Albor; Miguel, de Descaro, y Alejandro, de La Tasca Suprema, se disponen a adentrarse en el restaurante de Ainhoa, el Pancipelao, junto a Alberto Chicote. Todos tienen muchas ganas de probar su famoso cocido, sobre todo, después de lo bien que lo ha pintado la concursante de Batalla de restaurantes en su paso por el programa.

Los tres inspeccionan el local minuciosamente. "Aquí se viene a tomar cañas", comenta Alejandro. En pleno 'registro', Miguel encuentra un premio que también él tiene. Es entonces cuando cae en la cuenta. "Vaaale, ya sé quién su padre. Ella es la hija de Tomás. Tomás lleva con el tema del cocido mucho tiempo", informa a sus compañeros y rivales. Efectivamente, tal y como apunta Borja, van a medirse con "uno de los grandes".

Sin embargo, para él, hay algo que le molesta en el establecimiento. "Para un restaurante, no tiene clase tener una tragaperras, igual que la máquina de tabaco o tener una televisión. Pero bueno, es un bar de barrio, tienes una barra...", analiza. El propietario y maître de Albor todavía tiene más caña que dar. Tampoco le gusta nada la decoración.

Alejandro y Miguel entran al trapo y critican sin piedad, apuntando a un aspecto "poco ecológico" de Pancipelao, algo que Ainhoa criticó en el anterior restaurante que visitaron. "Consejos doy que para mí no quiero", resume Alejandro.