Los llantos de los bebés suelen ser habituales y, en ocasiones, pueden resultar molestos para sus progenitores o para las personas que los escuchan durante un tiempo prolongado. Para poner fin a este problema, un padre ha encontrado una solución.

En el vídeo que acompaña a la noticia, el protagonista recurre a una motocicleta para calmar a su hijo. Después de colocarlo sobre el vehículo, el progenitor arranca el motor. El resultado es, cuanto menos, sorprendente.