Katy Perry ha ofrecido su entrevista más sincera a un programa de radio canadiense donde ha explicado los dos batacazos que sufrió en 2017: su ruptura con Orlando Bloom, su prometido y padre de su futuro hijo, y las bajas ventas de su álbum Witness. Una mala época en la que se planteó suicidarse.

"Mi carrera subía y subía, y luego llegó el cambio", comenta la cantante. "Había roto con mi novio, que ahora es el futuro padre de mi bebé y estaba emocionada por volar alto en mi siguiente álbum. Pero no volé alto y me estrellé", explica de forma valiente la artista.

Sin embargo, Perry consiguió salir de esa situación y consiguió remontar. Tanto que ya recuperada y con ese episodio superado ha querido darlo a conocer al mundo. "La gratitud es probablemente lo que me salvó la vida porque si no, me habría revolcado en mi propia tristeza y habría saltado" , concluye.

La intérprete de Dark Horse y su pareja retomaron la relación el 2018, se prometieron y actualmente están esperando su primer hijo juntos. Una dulce espera que hacía pública por sorpresa a través de su nuevo videoclip 'Never worn white'.