Tamara Falcó ha tenido que enfrentarse en los últimos días a una de las situaciones más complicadas de su vida. A la ruptura de su compromiso con Íñigo Onieva, publicada en todos los medios habidos y por haber, a causa de la infidelidad del empresario, hay que sumarle un importante escollo más: la llegada de los 40. "Pero hay que decirle que los 40 son los nuevos 30", intenta suavizar el impacto María Moya.

Los colaboradores de Aruser@s, a pesar de mostrarse preocupados por la marquesa de Griñón, reconocen que la noticia de su futuro enlace les dio pereza. "El día que salió no leímos ni el Instagram porque es que a la mitad ya estábamos cansados de estudiar la simbología de cada piedra", se queja Alfonso Arús.

"La simbología era Íñigo, Tamara y las otras", concluye Patricia Benítez señalando a un anillo imaginario colocado en su dedo y descubriendo el significado oculto de cada una de las tres piedras.