El 14 de octubre de 2009, el Alakrana ya lleva 12 días secuestrado y las negociaciones para su liberación no son nada fáciles. Y es que el rescate que piden los piratas es inasumible y la liberación de sus compañeros, capturados por España, todavía más. Pronto la tripulación comprueba hasta dónde pueden llegar los piratas.

"Aproximadamente a los 12 días de estar ahí, en el fondeadero, el Alakrana vemos que lo mueven del fondeadero y se dirige hacia el norte", explica Ignacio Frutos, comandante de la Fragata Canarias, que detalla que comprobaron que el Alakrana se estaba poniendo al lado del costado de un buque griego, el Ariana". De esta forma ven "que le están transportando combustible y víveres".

Pablo Costas, uno de los marineros secuestrados, recuerdan ese momento: "Nos mandaron ir a un barco, a otro barco que tenían, pero muchas millas más para arriba a darle gasoil y comida". "Le preguntamos, '¿cuánto tiempo lleváis?' y dijeron que "cinco meses y medio", explica Costas, que recuerda que "ya no tenían comida". "Había una niña allí", recuerda triste Pablo Costas en este vídeo, donde también se puede ver la declaración de un compañero suyo, Gaizka Iturbe, en la Audiencia Nacional en 2011. "No comían, dejaron de comer y lloraban", explicó Iturbe, que relató emocionado lo siguiente: "Pues me contaron que había, en ese mercante, había una chica, una camarera, que tenía un bebé. Parece ser que ese bebé nació a bordo y aparte había otra niña de 14 años a la que intentaron violar".

"La señora pedía a gritos que le ayudáramos", cuenta el marinero, que recuerda cómo todos intentaron hablar con los piratas: "Oye, que vengan aquí, que traigan aquí a las niñas, que aquí tenemos comida". "No dijeron nada. Que no y que no y que no. Intentamos mandarles medicamentos, nos quitaron los medicamentos", lamenta el marinero. Finalmente, ese bebé murió de hambre.