Miguel Sagarra, secretario general del Comité Paralímpico Español, explica que había dos vías para captar deportistas sin discapacidad intelectual: por un lado estaba el entrenador, que hablaba directamente al jugador y, por otro lado, el boca a boca entre deportistas.

"No sé si porque creen que en Sydney todo el mundo iba a llevar gente sin discapacidad o porque hay un ejercicio de ambición tremendo, consideran que a Sydney hay que llevar a 10", destaca Quique Peinado, que se pregunta entonces por qué llevaron dos con discapacidad.

Pero, ¿los jugadores lo sabían? "Mi sensación es rotundamente que sí", destaca Miguel Sagarra, que afirma que "se habían dejado embaucar porque a Sydney no iba cualquiera y encima ayudaría a que el deporte para personas con discapacidad siga prosperando". Por su parte, Javier Vega afirma que lo que les dijeron para convencerles eran "500.000 pesetas y un mes en Sydney de vacaciones en unas Paralimpiadas".