De los colegios depende la principal comida de muchos niños y con el verano, peligra. Las organizaciones alertan, avisan de que crece el número de menores cuya única comida completa es la que hacen en el colegio.

Por eso la Defensora del Pueblo llama a las Comunidades Autónomas a no cerrar los comedores durante el verano y garantizar la alimentación infantil, sobre todo de los más vulnerables. Dice que tiene que ser una prioridad para todos los poderes públicos. 

Según datos del Consejo Economico y Social y Eurostat, hay casi tres millones de niños en riesgo de pobreza y exclusión social. Casi el 30% del total de menores ya está por debajo del umbral de pobreza.    

La defensora del pueblo, profesores, organizaciones denuncian que esto es una realidad: unos 200.000 niños no pueden permitirse comer carne, pescado o pollo una vez cada dos días. El 24% tampoco como fruta ni verdura a diario, el desayuno, la comida principal del día, muchos llegan al colegio sin hacerlo y llegan a marearse en clase.