La coalición es "patrimonio". Así lo define la líder de Podemos, Ione Belarra; y lo cierto es que sobrevive pese a las tempestades que las dos formaciones que la constituyen han tenido que sorpassar para garantizar el fin de la legislatura.
Las fricciones y las chispas han sido evidentes en algunos asuntos de Estado desde que PSOE y Podemos se dieron la mano para gobernar España. Uno de los puntos de inflexión fue y sigue siendo la guerra de Ucrania: España ha enviado a Kyiv todo tipo de munición, armamento y vehículos a pesar de la posición de los morados. La apuesta de Podemos era el diálogo y, de hecho, ha llegado a acusar a Sánchez de contribuir a la escalada bélica.
Otra de las tensiones fue la carta enviada por Pedro Sánchez al rey de Marruecos hace un año. Las palabras de Sánchez a Mohammed VI respecto a la autonomía del Sáhara Occidental no gustaron al socio minoritario, que también ha criticado las visitas del presidente al país africano.
Otro de los escollos ha sido la ley de Bienestar Animal. El PSOE registró una enmienda a la ley que buscaba sacarlos de la norma, algo a lo que Podemos se oponía. Finalmente, la ley salió adelante con la enmienda socialista.
Además, tras las consecuencias y los agresores sexuales beneficiados, el PSOE dio un volantazo y propuso una reforma a la ley 'estrella' de Irene Montero, hasta que este mismo jueves se aprobó en el Congreso de los Diputados.