En Sanxenxo, importante epicentro turístico gallego, hay 11.000 viviendas de segunda residencia y 11 banderas azules. En previsión de la llegada del verano, el Ayuntamiento ha dispuesto un sistema de cuadrículas para dividir sus playas y garantizar así la distancia de seguridad entre bañistas.

El alcalde de la localidad pontevedrense, Telmo Martín, explica que, en una de estas playas, se han establecido cinco sectores a su vez divididos en cuadrículas de nueve metros cuadrados (tres por tres), donde, según el regidor, caben "dos personas tranquilamente con máxima seguridad, porque estamos encima de lo que dicen, cuatro metros cuadrados por persona".

En esta playa en concreto, se han dispuesto 780 cuadrículas que podrán albergar a 1.560 personas. Como consecuencia, la playa perdería el 50% de su aforo, según precisa el alcalde, que prefiere verlo de la siguiente forma: "Ganamos 1.500 vecinos o visitantes que pueden estar tranquilamente en la playa".

Desde el paseo a las primeras estacas que delimitan las cuadrículas, agrega el alcalde, hay ocho metros, así como un pasillo de seis metros de ancho para bajar hasta al agua y una separación de tres metros entre cuadrículas, que se pueden juntar para que quepa dentro una familia, por ejemplo.

¿Cómo controlarán el aforo? Según detalla Martín, de los 11 accesos que existen en esta playa concreta, su plan es dejar solamente cinco, entradas que estarán controladas por socorristas y agentes de Policía Municipal. Además, se podrá pasear por la orilla, porque se deja un pasillo entre el muro y las cuadrículas y otro entre estas y el agua.