Manuel Valls ha dicho la última palabra, por ahora, en Barcelona. Se ha ofrecido a la alcaldesa y candidata a la reelección, Ada Colau, y al candidato del PSC, Jaume Collboni, para evitar una alcaldía independentista.

Para Miquel Giménez este hecho complica a Ernest Maragall porque hace que Colau quede en una posición central tras las elecciones y deja a Ciudadanos como si fuera el partido que decide qué se va a hacer.

Pese a que Ciudadanos no le parece bien esta propuesta porque no quiere "gobiernos independentistas ni populistas", basta con que los tres diputados de Valls apoyen a Colau para ser alcaldesa prescindiendo de los tres de Ciudadanos.

El analista cree que esta opción puede salir adelante porque "Colau quiere seguir siendo alcaldesa y al PSC le interesa esta especie de tripartito porque la alternativa sería un desastre".