El secretario general de Mitges en Cataluña, Josep María Puig, ha explicado en Al Rojo Vivo la situación epidemiológica de Cataluña, una de las zonas que más preocupa por la transmisión comunitaria.

"Éramos pocos sanitarios en la lucha contra el Covid y estos pocos sanitarios cansados, algunos de baja, otros en cuarentena y otros en vacaciones nos han dejado con una situación un poco más tensa de la que podíamos tener en el mes de marzo", ha explicado el doctor.

Según Puig, "Atención Primaria ha sido la Cenicienta": "Además del cansancio, nos encontramos con que se han tenido que hacer cargo de las residencias de ancianos".

"En este momento el colapso que tiene el médico de familia es muy importante. No han podido descansar ni rehacerse del impacto físico y moral de la primera oleada", ha explicado.

El doctor ha explicado que el fallo en Cataluña ha sido la previsión. "En Lleida era absolutamente esperable lo de los temporeros y no ha habido un plan para que no se contagiaran unos a otros".

"No se han puesto los suficientes rastreadores ni ha habido la suficiente gente trabajando para que esto no se nos escapara de las manos", ha explicado Puig, que ha asegurado que tendría que haber entre 1.500 y 2.000 rastreadores y "estamos en 800".

Sin embargo, afirma que "estamos yendo por detrás de las necesidades": "A la falta de previsión se ha unido una falta de reacción". En este sentido, ha asegurado que el brote obligará a tomar "medidas mucho más restrictivas".

Además, a pesar de que los jóvenes tienen el mayor número de contagios ahora, se están empezando a ver transmisión hacia la gente más mayor. "Esto es lo que va a provocar que tengamos los hospitales llenos y que la mortalidad aumente", ha explicado.