El alcalde de Lorca, Diego José Mateos, ha asegurado que este lunes "fue un día negro" en la localidad por el asalto de los ganaderos al Ayuntamiento de forma violenta cuando se votaba una moción para evitar que las macrogranjas porcinas se situasen a menos de 1,5 kilómetros de la población.

"Se vivieron momentos de extrema violencia y una violencia innecesaria y que ataca a los cimientos propios de la democracia, es como si se asaltara el Congreso de los Diputados o un parlamento regional", ha criticado.

En esta línea, Mateos ha explicado que se puede estar "de acuerdo o no en una moción" y que se puede "discutir" e incluso "manifestar e increpar", algo que "respetan", pero denuncia que "se use la violencia física, que se asalte un edificio público y que se agreda a policías": "Todavía no he visto ningún sindicato defendiendo los policías".

"Aquí se ha generado una campaña de confusión, de exacerbación, desinformación, mezclado con declaraciones de ministros, con elecciones en otras regiones. Un caldo de cultivo que luego tiene estas consecuencias cuando hay auténticos descerebrados", ha dicho.

El alcalde ha explicado que la medida que se debatía en el consistorio simplemente buscaba "igualar todos los derechos de todos los vecinos de Lorca" ya que la norma que establecía 1,5 kilómetros de distancia de macrogranjas porcinas ya existía para el núcleo principal de la población, pero no para los núcleos rurales: "Nuestro compromiso era igualar las distancias".

Los policías locales declararán hoy

La Policía Nacional realizará un atestado que remitirá al juez sobre lo ocurrido en el consistorio y esta tarde comenzarán a tomar declaración a los policías locales que custodiaban el edificio y a más testigos.

Los investigadores buscan identificar a varios cabecillas para tomarles declaración como investigados. La Fiscalía todavía no tiene claro el tipo penal que les va a aplicar, más allá de la desobediencia.