La tumba del dirigente socialista asesinado por ETA en 2000 Fernando Buesa ha aparecido atacada con pintura negra y heces, un día después de que fuera saboteado el monolito en memoria de Buesa y de su escolta Jorge Díaz en Vitoria, según ha denunciado en sus redes sociales la teniente de alcalde de Vitoria y la concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal. También desde la formación que lleva el nombre de Buesa.

La Policía Municipal investiga las causas de lo sucedido como un posible delito de odio, buscando pruebas en el lugar de los hechos. La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha condenado el ataque a través de una declaración, suscrita por todos los grupos a excepción de EH Bildu.

En el texto "condena enérgicamente" los dos ataques ocurridos en las últimas horas. EH Bildu se ha descolgado de la declaración por contener la palabra "condena", cuando desde la formación pedían que se cambiase por rechazo.

La hija de Buesa ya ha condenado el ataque a través de su cuenta de Twitter. "Este nuevo ataque a la tumba me ha golpeado muy adentro. Respiro mi dolor y me repito: que el hielo no penetre en mi corazón, que nunca deje de sentir ni pierda la sensibilidad ante el dolor ajeno. Seguiré cultivando semillas de amor y compasión frente al odio y la barbarie", ha expresado.