Tras el motín del Grupo Wagner contra el Kremlin, Yevgeny Prigozhin salió relativamente bien parado, exiliándose a Bielorrusia, pero el director de la CIA, William Burns, advertía ya entonces de que Vladímir Putin no olvidaría tan fácilmente su desafío.

"Putin es alguien que generalmente piensa que la venganza es un plato que se sirve frío. Así que va a intentar solucionar la situación en la medida que pueda. En mi experiencia, Putin es el apóstol de la venganza definitivo, así que me sorprendería que Prigozhin escapara sin más represalias por esto", indicaba.

"Si yo fuera Prigozhin, no despediría a mi catador de comida", manifestó asimismo el director de la CIA, en la misma línea del presidente Joe Biden, que por esa fecha deslizó que, "si fuera él, tendría cuidado con lo que como", según recoge Reuters.

En 2018, Putin ya dejaba claro en una entrevista que era capaz de perdonar, pero advertía de que "no todo". La traición, aseveraba el presidente ruso, es imperdonable. Unas palabras que puedes ver en el vídeo que ilustra estas líneas.