Los aldeanos tirotearon al animal hasta dejarlo inmóvil, le pusieron boca arriba, rajaron su estómago y aparecieron los restos de un niño de ocho años que vivía en la aldea, cuyo nombre no se ha revelado.

El momento en el que la policía y algunos aldeanos sacan las partes del cuerpo del niño y las dejan en una manta gris fue grabado con un smartphone.

"El cocodrilo fue abatido y luego cortado, los restos del niño estaban en el estómago de la bestia", dijo el reportero local Simbarashe Sithole al periódico 'The Mirror'.

El entierro se celebró en la aldea dos días después. Fuentes de la policía local comentaron que en Zimbabue hay lluvias muy fuertes, y muchas veces el agua arrastra a los cocodrilos a lugares que no suelen frecuentar.