La anécdota sucedió en Texas, en el barrio de Corpus Christi. El hombre, que formaba parte del servicio técnico, estaba dentro del cajero exterior de un banco realizando unas reparaciones en la cerradura de la puerta cuando se quedó atrapado. No había nadie en la oficina porque todavía no estaba abierta al público. "Se había dejado el móvil en su camioneta", ha indicado Richar Olden, el portavoz de la policía local, según informa The New York Times.
Por mucho que gritase, la gente que sacaba dinero del cajero no le escuchaba. Afortunadamente, el trabajador llevaba encima un bolígrafo que utilizó para escribir notas de socorro y colarlas por la ranura de los billetes. Pero lejos de saltar las alarmas, las personas que sacaban dinero se lo tomaban a broma. Pasaron varias personas hasta que una de ellas se tomó en serio una de las notas. "Por favor, ayuda. Estoy atrapado aquí dentro y no llevo el teléfono. Por favor, llamad a mi jefe al 210 ...", decía el texto.
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Un agente, atónito ante este suceso, se dirigió al cajero y gritó hacia el interior. "El policía pensó que era una broma. Tenía que ser una broma", añade Olden. Cuando llamó al teléfono que indicaba la nota de auxilio se dio cuenta de que no había truco. Llegaron refuerzos y tras 30 minutos lograron tirar la puerta abajo y rescataron al trabajador, que estuvo dos horas encerrado dentro del cajero.