La instructora de buceo Olga Belka se dedica a capturar su visión del fondo marino. Para ello, coge su lienzo, pinceles y pinturas y se sumerge en el agua con el objetivo de crear obras de arte que luego vende o expone por algo más de 2.000 euros.

Es capaz de aguantar hasta seis horas seguidas respirando bajo el mar no obstante, cada uno de sus cuadros los realiza entre dos o seis inmersiones de dos horas cada una. Retrata animales, personas o paisajes subacuáticos y les da su estilo particular gracias a una técnica de pintura en agua salada.

La artista rusa, que actualmente reside en Tailandia, ha publicado en su página web que para ella el mar es una "fuente de inspiración constante" que desea compartir con el resto del mundo: "Cada vez, mientras buceaba, quería capturar la belleza submarina y compartir mis impresiones con otras personas. Un artista no es una profesión, es una misión. Quiero compartir mi visión del reino submarino con el mundo".