La dueña de Hannah tuvo que tomar una decisión dificil: sacrificar a su perrita. La mascota había sufrido varios ataques en sus últimos dos meses de vida y debía tomar medicación para prevenirlos. El problema es que el tratamiento estaba dañado los riñones del perro y provocaban un gran dolor en sus articulaciones y en la cadera, pero si no se tomaba las medicinas no conseguía andar correctamente.

Su dueña tomó la decisión para acabar con el sufrimiento de Hannah. Pero antes de sacrificar al animal, quiso que su mejor amiga tuviera un día especial y lo compartió a través de Snapchat. Un día plagado de diversión y lleno de actividades que le encantaban a Hannah: una última comida, unos momentos en familia y los últimos mimos.

Algunos de los últimos momentos de Hannah

Fotografías en las que se puede ver como la familia disfruta de los últimos momentos con su mascota. "No sé si lo sabe o no... Ella confía en mí para hacer una elección. No importa lo duro que sea", compartió la dueña en las redes sociales antes de fundirse en un último abrazo con Hannah.